Cultura

Linares, aunque no es una ciudad monumental, posee un variado conjunto de edificios (iglesias, palacios, casas solariegas, edificios públicos) de diferentes estilos y épocas, que, desde la sencillez del arte románico hasta el preciosismo de los edificios modernistas de los siglos XIX y XX, hablan de la evolución de una ciudad que se ha hecho a sí misma.

Ayuntamiento de Linares
Plaza del Ayuntamiento: Primera parada en el recorrido por el casco antiguo, claramente delimitado, con sabor de siglos en sus piedras. Llamada "El Llano" durante los siglos XVI y XVII, era el lugar donde se celebraban las corridas de toros. En ella el edificio neoclásico del Ayuntamiento y la llamada "Casa de la Munición". Esta fábrica, construida en tiempos de Carlos III, conserva en su fachada el escudo real y, durante la Guerra de la Independencia estuvo abasteciendo a la guerrilla con la munición que se sacaba escondida en balas de leña.
Antiguo pósito: De la Plaza del Ayuntamiento parte la "Costezuela" que a finales del siglo XVI es ya casi una plaza mayor de la Villa. En su acera izquierda se halla el edificio del "pósito", que ostenta en su fachada, terminada a mediados del siglo XVIII, el escudo de la villa. Más tarde, cuando Linares obtuvo el título de ciudad, este edificio fue habilitado para Prisión del Partido. Albergó de 1975 a 2008 el Colegio de Educación Especial "Virgen de Linarejos". Actualmente contiene una oficina de turismo, el centro de interpretación de la ciudad, un centro de documentación y recursos turísticos de Linares, una sala de exposiciones y el museo del cantante linarense Raphael. Anexo a este edificio se encuentra el Auditorio Municipal.

Entrada al Antiguo Pósito
Basílica de Santa María: La Costezuela termina ante la lonja de la iglesia de Santa María. Esta basílica, declarada por el papa Francisco en 2016,20​ es monumento Histórico-Artístico, fue construida sobre una antigua mezquita, durante los siglos XIII al XV. Conserva en su interior el cuerpo gótico de pilares octogonales y bóvedas cuatripartitas, mientras que la parte del crucero es renacentista. Posee un bellísimo retablo plateresco compuesto de una colección de tablas sobre el Antiguo y Nuevo Testamento, con marcada influencia italiana tanto en el pintor como en el escultor que en él trabajaron.

Azulejo que celebra la aparición de la Virgen María en Linares en 1227.
Torreón del antiguo castillo: Junto a la iglesia de Santa María, es un resto de la gran fortaleza de seis esbeltas torres y doble muralla alrededor de la cual se formó el asentamiento, que dio origen al actual Linares.
Palacio de los Zambrana: ha tenido, a lo largo de los siglos, muy diferentes destinos: palacio nobiliario, casa rural, la primera Escuela Industrial, cuartel de infantería, asilo de ancianos... En su noble fachada renacentista, con un airoso torreón castellano, luce los escudos de los Zambrana, Olid, Dávalos y Rivera. En la cercana calle de los Álamos existe otro ejemplo de estos bellos y un tanto insólitos torreones medievales castellanos.
En Linares sorprende la profusión de plazas y plazuelas, de rincones ajardinados, sombreados por frondosos árboles. La calle de los Álamos desemboca en uno de estos rincones: la deliciosa Plaza del Gallo, hermana menor de Plaza Nueva o de Alfonso XII, luminosa plaza decimonónica nacida a la par y con el estilo del nuevo siglo.

La casa del Torreón, en la calle de Yanguas Jiménez completa el recorrido por el casco antiguo de Linares. Construida, posiblemente, sobre un anterior edificio de la época musulmana, destaca airoso su torreón castellano, el tercero de los que aún se conservan en la ciudad, y luce en su fachada los escudos de sus primitivos propietarios. En la actualidad es sede del Museo Arqueológico de Linares, fundado en 1956 y declarado Monumento Histórico Artístico Nacional. Este importante Museo dedica su actividad, principalmente, a recoger las piezas procedentes de la antigua ciudad íbero-romana de Cástulo, albergando una extensa colección de piezas de orfebrería y cerámica ibéricas, kylikes áticos y, sobre todo, del arte bajo el imperio romano: máscaras de terracota, una cabeza femenina en mármol, esculturas, capiteles, columnas y fragmentos de relieves.
Casa-Palacio de los Orozco: En la calle Pontón, casi en la Plaza Nueva, declarada Monumento Histórico-Artístico. Se trata de una mansión rural con un bello patio castellano, que ostenta en su fachada el escudo de sus primitivos dueños.
Un poco más abajo el Convento Hospital de San Juan de Dios muestra en su portada de placas talladas a bisel un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca. En la actualidad el Palacio de Justicia, que fue construido a finales del siglo XVII y principios del XVIII, conserva aún el claustro y las galerías inferiores y superiores. Es Monumento Nacional desde 1962.

Casa-Palacio de los Orozco: En la calle Pontón, casi en la Plaza Nueva, declarada Monumento Histórico-Artístico. Se trata de una mansión rural con un bello patio castellano, que ostenta en su fachada el escudo de sus primitivos dueños.
Un poco más abajo el Convento Hospital de San Juan de Dios muestra en su portada de placas talladas a bisel un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca. En la actualidad el Palacio de Justicia, que fue construido a finales del siglo XVII y principios del XVIII, conserva aún el claustro y las galerías inferiores y superiores. Es Monumento Nacional desde 1962.

La casa de Pajares, situada en la Plaza Ramón y Cajal, esquina al Pasaje del Comercio, fue construida a finales del siglo XVIII. Posee un recogido patio de estilo castellano y dos helios halcones en entredós, guardando en sus muros de piedra una curiosa anécdota: de ella salió la Junta Revolucionaria, durante la Revolución de 1868.
Fuera del casco antiguo existen atractivos lugares -plazas, parques, calles- para visitar y pasear. Entre las plazas la de San Francisco, con la iglesia de igual nombre. Construida a finales del siglo XVI y ampliada durante el XVII y el XVIII, contiene en su interior un bello retablo del barroco andaluz.

Un lugar para visitar es la Fuente del Pisar: cuenta la leyenda que, allá por el siglo XVI, al pasar por este lugar un caballero, el caballo en que iba montado hundió su pie en la tierra quedando aprisionado; al librarle, su dueño vio cómo surgía un abundante caño de agua que desde entonces no ha dejado de manar. También hay un dicho, que hace referencia a cuando Aníbal dio de beber a su caballo en la Fuente del Pisar. En referencia a la belleza del lugar, el dicho popular dice así: "Quién bebe agua de la Fuente del Pisar, olvida a su padre y madre y a su tierra no va más"

Esta historia-leyenda de una fuente que surgió «al pisar» de un caballo, tiene su explicación en la existencia de un acueducto que se abastecía del agua de los veneros de Linarejos y la llevaba hasta Cástulo, cuyos habitantes, bajo la dominación romana, fueron los autores de esta construcción que aún se conserva en parte.

Otro lugar para visitar es el Santuario de Linarejos, donde se halla la imagen de la patrona de la ciudad y cuya orfebrería está realizada a forja por obreros linarenses.

La aportación más destacada de Linares en cuanto a arquitectura se refiere es la que se realiza durante la segunda mitad del siglo XIX y primer tercio del XX, que ha dejado salpicada la ciudad de atractivas casas modernistas adornadas en balcones y ventanas con bella rejería. Es de destacar la creación de singulares edificaciones como el Hospital de los Marqueses de Linares, dentro de un estilo neogótico, que posee en su interior el mausoleo de bronce y alabastro de los Marqueses, obra de Coullaut Valera; o la estación de ferrocarril del Paseo de Linarejos, de un airoso modernismo en ladrillo rojo; el Mercado de abastos, etc.

Basílica de Santa María la Mayor de Linares
De estilo gótico y renacentista, se encuentra situada frente al Ayuntamiento. En ella participaron los arquitectos Andrés de Vandelvira (crucero y arranques de la bóveda lateral del Evangelio); Andrés de Salamanca (en 1564); Juanes de Izpurrio (capilla mayor); y Eufrasio López de Rojas (portada de San Pedro). La portada de la Asunción procede del convento jiennense de La Coronada.

El retablo mayor, una de las principales obras de arte que atesora, es de estilo plateresco y lo componen veintidós tablas de mediados del siglo XVI. Preside el altar mayor desde 1953, cuando es trasladado a la iglesia de Linares desde la aldea leonesa de Villarrabines, en sustitución del desaparecido durante la Guerra Civil. De carácter narrativo, está dividido en cuatro ciclos: San Pelayo (en el primer piso; patrón de Villarrabines), Vida de la Virgen (segundo piso), Vida de Jesús (tercer piso), y parejas de profetas (banco). En mayo de 2016 fue declarada basílica menor, un título que solo poseen tres iglesias más en la provincia.

Iglesia de San Francisco
Fuera ya del casco antiguo, merece visitar la Iglesia de San Francisco, que da nombre a la plaza donde se encuentra ubicada. Data del siglo XVI, cuando los Franciscanos se establecieron en Linares. Adosado a la iglesia se hallaba el convento cuyo claustro coincide hoy con el patio central del edificio de Correos y Telégrafos. El templo fue ampliado durante los siglos XVII y XVIII, añadiéndosele la torre campanario en el año 1927.

Su interior es de una sola nave rectangular, construida en el siglo XVII, con capillas laterales y cúpula de medio cañón articulada con falsos arcos y lunetos, estando decorada con pasajes de la vida de San Francisco. Un arco carpanel sostiene el coro. Cuatro capillas con bóvedas ovaladas sobre pechinas le fueron añadidas en la década 1720-1730 y posteriormente otra más. Destaca el bello retablo del barroco andaluz (S. XVII).

La fachada principal, obra de Eufrasio López de Rojas, es de estilo barroco y abre en arco de medio punto con clave ornamentada flanqueado por columnas dóricas que sostienen un frontón partido decorado con triglifos y metopas; sobre éste, una pequeña hornacina con arco de medio punto que acoge una escultura en piedra de San Francisco. Remata el conjunto con vanos arqueados y cruz de forja

Santuario de la Virgen de Linarejos
El Santuario de la Virgen de Linarejos, patrona de Linares, es un edificio barroco construido a mediados del estilo XVII. Profundamente restaurado en la década de los cincuenta del siglo XX, en la actualidad está bajo el cuidado de una comunidad de frailes franciscanos. Además de la imagen de la Virgen, expuesta en su camarín en la Capilla Mayor, el elemento de mayor interés del Santuario son los magníficos frescos policromados que decoran los muros, bóvedas y cúpula del interior; son obra de los artistas Francisco Carulla y Francisco Baños Martos, quienes los pintaron en los años cincuenta del siglo XX.

 

Hospital de los Marqueses de Linares
Aunque el proyecto de construcción de este edificio data del año 1905 no se inaugura hasta 1917. El proyecto fue encargado al arquitecto Francisco de Paula Casado aunque también participó en el mismo el arquitecto Arturo de Navascués y Ligués.

El hospital de los Marqueses de Linares cuenta con portada neogótica y una cripta bajo la capilla donde se encuentra el mausoleo de los marqueses de Linares, obra de Lorenzo Coullaut Valera.

En la actualidad la explotación del hospital está a cargo de una empresa de sanidad privada como centro residencial. Cuenta con capacidad para 122 plazas repartidas entre habitaciones dobles e individuales y diversos servicios entre los que se encuentran fisioterapia, psicología, enfermería 24 h, peluquería, farmacia, etc.